Personas que odian la Navidad
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Personas que odian la Navidad, entrevista completa:

¿Hay personas más sensibles a la época navideña?

La época navideña implica un cierre de ciclo, sobre el año que finaliza. Comenzamos a realizar un balance sobre el mismo, valorando como fue el resultado frente a determinadas situaciones o emociones experimentadas en estos últimos 12 meses. Por otro lado, la Navidad es sinónimo de festejo, rodeada de un halo de felicidad, buenas acciones, compartir, dar y recibir.

Pero lo cierto es que durante esta época del año hay muchas personas que sienten emociones más displacenteras como la tristeza, la añoranza o la soledad entre otras.

Cabe nombrar que durante esta época del año se incrementa la tasa de suicidios y depresión en un 40% entre la población, como nos indica el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos. Junto con la última Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) en España 4,6 millones de personas no conviven con nadie en sus hogares, y un 41,8% son personas con una edad superior a los 65 años. Por lo que pasarán las Navidades aislados.

Por último, cabe nombrar una investigación realizada por YouGov en la cual señalan que el 16% de los británicos cancelarían las Navidades completamente. Por lo que nos muestran dichos estudiosa nivel internacional, si hay personas más sensibles a la época navideña.

¿Cuáles pueden ser los principales motivos?

Las personas que son muy sensibles a la Navidad, puede ser debido a una mala regulación emocional, o sus diversas variables psicológicas. Todo ello, les hace más propensos a padecer el siguiente trastorno o síndromes:

– Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Se trata de una patología habitual en la práctica clínica, con una prevalencia que oscila entre el 1 y el 10% de la población según la Rev. Asoc. Esp. Neropsiq., 2015; 35 (126), 367-380.

– Por otro lado, puede aparecer el Síndrome del Grinch, se refiere a aquellas personas que presentan una aversión álgida a la Navidad. Se reconocen por que odian todo lo que tenga algún significado navideño como los villancicos, las luces, los adornos, regalos, etc.

– Síndrome de la silla vacía: las emociones por la pérdida de un ser querido entran en conflicto con el clima Navideño.

– Síndrome del villancico: la persona entra en conflicto consigo misma, ya que no conecta con este festejo, y esto mismo le genera ansiedad y estrés.

¿Qué sienten esas personas que odian la Navidad?

Las personas que odian la Navidad tienen un pensamiento distorsionado de polarización y no todo es blanco o negro, o me encanta o lo odio. Conectan con mayor facilidad con la tristeza, el enfado, la pereza o desdén que implica toda la organización de estos festejos, dando como resultado un incremento del estrés, y mayor predisposición a los conflictos familiares. Esto puede deberse a las expectativas esperadas que no suelen acompañar a la realidad.

¿Cómo se comportan estas personas?

Para identificar si eres o estas con una persona que odia la Navidad, este es su comportamiento: molestia abrupta ante todas las decoraciones, o temáticas de este festejo (luces, villancicos, decoraciones, etc.). Nulo interés por la Navidad y todo lo que la rodea. Aislamiento o nada de interés ante las actividades que impliquen algo relacionado a la Navidad.A nivel emocional, sentir enfado, frustración, celos, apatía, tristeza o desanimo.

¿Son personas que se aíslan en esta época del año?

Sí, ya que en su casa se sienten más refugiados de todo lo que conlleva la Navidad: sin adornos, ni celebraciones, ni aglomeraciones de gente que derrochan felicidad y alegría en esta época del año. El ver a los demás felices, hacen que conecten con la emoción del enfado, dando como resultado el odiar la Navidad. Así que mejor solos en casa y no ver todas esas escenas que pueden parecerles insoportables.

Además de este modo, al aislarse y no ser partícipes de los eventos sociales de estos festejos, evitan las reuniones familiares y el trámite de sentirse obligado a su asistencia llevando un regalo, que para nada siente como necesario, es decir, se aíslan para evitar todo tipo de contacto que identifican como innecesario o de despliegue de hipocresía.

¿Se experimenta también una especie de estrés por los compromisos familiares o las aglomeraciones?

Efectivamente, para ellos una parte que detestan en estas fechas son las reuniones familiares, con cierto grado de obligación. Les generan rechazo, ansiedad y estrés. Se sienten muy molestos de tener que transigir con esos familiares que no aguanta, con los suegros, cuñados (entre otros), para sentirse integrados en un festejo que de por si detestan.

Con las aglomeraciones, pasa lo mismo, ya que para ellos son motivo de estrés, enfado e hipocresía.

¿Esto se ha acentuado con la pandemia?

La salud mental es la gran desconocida en nuestro país y los colindantes. Pero algo positivo que trajo la pandemia ha sido dar una mayor visualización a los trastornos mentales, entre ellos la depresión o la ansiedad.
La depresión navideña o el Trastorno Afectivo Emocional (TAE) es estacionaria a esta época del año. Al sumar todos los acontecimientos vividos en la pandemia, nos encontramos con un clima más propicio a su desarrollo para aquellas personas que cumplan con las variables que la desencadenan. O bien, a una depresión endógena, que es la que ocurre sin causa aparente o con relación relativa a la heredabilidad.

Diferencias psicológicas entre los que odian la Navidad y los que la aman:

Las diferencias psicológicas entre los que odian y los que aman la Navidad pueden provenir de múltiples factores. Entre las causas que se han de tener en cuenta son: las condiciones medioambientales (días más cortos y fríos), las campañas navideñas y su neuromarketing. También los motivos religiosos, recordar a las personas queridas que ya no están con nosotros, la distancia de nuestro entorno cercano o aislamiento social.

Estas diferencias hacen que se disparen los detonantes necesarios para sacar al Grinch que podemos llevar dentro o a padecer un Trastorno Afectivo Estacional (TAE).

¿Cómo gestionar ese humor inestable?

Trabajar la gestión emocional es algo muy razonable, para poder confrontar aquellas emociones que los invaden. Comprender el porqué de las mismas, y porqué conecto con ellas.

Comenzar a ver las Navidades desde otra perspectiva, es decir, es época de vacaciones en la que tendrás más tiempo para tus cosas. Por lo que una buena planificación del tiempo también es importante.

Piensa que se trata de una época que tiene principio y final por lo que es algo puntual. Sé fiel a tus principios, es decir, se tú mismo. Sino te gusta la navidad, no has de forzarte, ni verte asumido por el movimiento de la mayoría. Tú eres tú y no debes adaptarte al gusto de los demás y si a los tuyos.

Recuerda, no eres raro o diferente porque no te guste la Navidad, pero también trata de ser respetuoso y permisivo con aquellos que sí que les gusta esta época.

¿Qué podemos hacer para recuperar esa ilusión que teníamos cuando éramos pequeños?

Un buen comienzo será comenzar a pensar como si fueses un niño y actuar como ellos. Recuerda que tú también lo fuiste en algún momento, solo que puede que lo tengas algo olvidado.

Estas son algunas pautas que te pueden ayudar a recuperar la ilusión por la Navidad:

  • Puedes comenzar escribiendo una carta a los Reyes Magos.
  • Prepara un amigo invisible.
  • Colabora en la composición de un villancico.
  • Preparar algún plato diferente, o la típica bandeja de dulces.
  • Propón dejar la tecnología a un lado, para realizar algún juego en familia, como pueda ser contar chistes o anécdotas que os hagan pasar una velada inolvidable.