Pueden venir de distintas áreas de nuestra vida como laboral o social, entre otras. Ocasionando interferencias en la vida de pareja rompiendo el buen clima o la armonía. Estos pueden ser los motivos que los originan:

  • Insatisfacción sexual: el déficit de deseo sexual, el egoísmo por una de las partes, las disfunciones sexuales, suelen ser la respuesta a la rutina o falta de pasión en la pareja.
  • Intimidad escasa: merma de afecto físico y verbal, escasez de detalles hacia su pareja. Esto puede ser debido a la posesión de barreras emocionales como tener límites que impidan que ambos intimen, generando una brecha de insatisfacción.
  • Infidelidad: una de las partes o ambas, se sienten insatisfechos con la relación que mantienen, buscando fuera de la misma lo que dentro no tienen. Suelen originarse por el malestar que se mantiene en la relación.
  • Desequilibrio de poder: de forma unilateral uno de los componentes de la pareja es quien asume la toma de decisiones y de control ante los sucesos importantes de la vida en pareja que llevan en común.
  • Falta de compromiso: la inversión que cada integrante de la pareja realiza puede estar descompensada.Es decir, la inversión que cada uno aplica en su relación de pareja, el grado de implicación en la misma y objetivos en común para hacer que su pareja sea feliz.
  • Apego inseguro: se trata de un problema que viene arrastrado desde la infancia, el cual se identifica por una serie de conductas automáticas que matizan la pareja y que acaban proyectándose sobre la pareja. Toman su espacio en forma de dependencia emocional o celos.
  • Escasez de cooperación: uno de los integrantes de la pareja no aporta lo suficiente a la relación. Puede ser en las tareas del hogar o en sobrecargar al otro integrante de más responsabilidades que las que le corresponden. Dando lugar a la aparición de reproches y frustraciones.  
  • Violencia y agresividad: se generan a partir de discusiones que no tienen buen resultado y dan paso a la ira y a la impulsividad.
  • Intrusión de la familia de origen: cada integrante de la pareja viene con su propia familia de origen. Estas en ocasiones pueden llegar a ser muy invasivas, tomando un papel más relevante en la pareja de lo que deberían de ser y, por tanto, interfiriendo en la pareja desde la toma de decisiones a la vida cotidiana. Todo ello da paso a la aparición de nuevos conflictos, toma de posturas frente a los familiares o distanciamiento entre los distintos miembros de la misma.
  • Déficit de confianza: un miembro de la pareja, o los dos, no tienen plena confianza en el otro. Por lo que se da paso a diversos comportamientos de posesión que acaban generando angustia, opresión e inseguridad en la pareja.
  • Diferencias culturales: la idiosincrasia de cada miembro de la pareja pudo llevarse bien al inicio de la relación, pero a medida que el tiempo va pasando, junto con el roce cotidiano, todas esas diferencias y choques culturales afloran en forma de malestar en la pareja y falta de entendimiento o comprensión.